- “Te pido que me completes estos datos, por favor”. - Y ahí está ese espacio para llenar.
Profesión: _________________
Siempre me detengo en el mismo lugar. Suspiro y pienso qué, de todo a lo que me dedico, sentenciar.
Directora y productora de Cine y Tv. Asesora de imagen. Actriz. Productora de Moda. Y puedo cubrir otras áreas para las cuáles me capacité, pero no tengo título profesional. Eso me permite hacer un filtro rápido.
Productora, resumo. Al fin y al cabo, hasta la vida misma se trata de producir. (Y disfrutar).
Los productores estamos preparados para resolver, a un ritmo vertiginoso. Todo es para ayer. Y todo puede cambiar a último momento. Nunca hay tiempo. La mayoría de las veces pocos recursos. Ser creativos es por defecto una obligación. ¡Pero qué adrenalina más placentera! (Es algo así como la sensación que se tiene al hacerse un tatuaje, a veces molesta, pero genera placer).
Somos los inicios de las pelis que transcurren en Nueva York, en donde todos corren con café en mano para llegar a sus trabajos, pero 24/7. Los horarios pocas veces existen. Y los independientes, no conocemos de rutinas. (Es mi parte favorita).
Pero vayamos a lo que nos inquieta. O por lo menos a mí, que conviví con esa sensación durante un largo tiempo.
A todos los que decidimos dedicarnos a la comunicación (y al que no, que levante la mano), nos preguntaron alguna vez si era viable vivir de esto. Por supuesto siempre vino acompañado de algún comentario poco constructivo. ¡Tranquilos todos! ¡Estamos acostumbrados!
En mi caso particular, clara con mi objetivo, decidí redoblar la apuesta. (Un poco condicionada inconscientemente, para qué negar, por esas apreciaciones ajenas). Es por eso que me dispuse a complementarme y ampliar mi campo de posibilidades.
En el transcurso y como al parecer, no podía ser de otra manera, surgieron los nuevos veredictos: - “¿A qué te querés dedicar? Porque todo no podés hacer.”-
Por contradicción, ahí está la clave para mí. Lo que me hizo mantenerme siempre en movimiento, poder reconocer las oportunidades y por supuesto, generarlas.
Saber un poco, mucho o profesionalmente de todo, no nos hace perder el foco. Al contrario, nos permite tener una visión más amplia, proponer una perspectiva diferente, hacer un uso correcto de los recursos, delegar con conocimiento de causa, saber de qué hablamos cuando entramos en interacción, aportar herramientas que enriquezcan los proyectos que abarcamos, saber pedir con claridad lo que se necesita y por supuesto, ser capaces de tomar el mando ante un imprevisto, si es necesario.
Como dicen por ahí, el saber no ocupa lugar. Y cuando me piden una recomendación, siempre propongo lo mismo. Estudiar y capacitarse, todo lo que se pueda.
Gracias a muchos avances, tenemos a disposición un sinfín de alternativas para informarnos y aprender. El secreto está en encontrar aquella que se adapte a nuestras posibilidades y saber reconocer la veracidad de la fuente.
Todo es cuestión de decisión. Y como dice Will Smith en la recordada escena del film “En busca de la felicidad”, –“Jamás permitas que te digan que no puedes hacer algo”. –
Con Amor,
Aldana.