Ser un buen observador es el origen del proceso creativo. - “A ver que se me ocurre”- Hemos expresado más de una vez. Pero claro que poder ver aquello que resulta invisible para los demás, también consta de un entrenamiento. Afilar el ojo, como quién dice.
Tomar una idea y hacerla nuestra requiere creatividad y dicha capacidad, se activa inspiración mediante. Todos nacemos con una aptitud ilimitada para imaginar, la cual muchas veces fuimos desterrando conforme las circunstancias. Pero basta sólo con volver a ponerse en modo receptivo para dejar que se manifieste.
Estudiar, investigar, o aprender nuevas técnicas por sobre las clásicas, nos concede mantenernos actualizados, permitiéndonos analizar el trabajo propio y el de los demás. Tal es así que ver múltiple material, nos posiciona ante una nueva perspectiva que quizás no habíamos considerado antes.
Una buena estrategia es probar haciendo algo de manera diferente. Solemos ir a la repetición de ciertos patrones que, si bien conforman nuestro estilo y nos identifican, debemos lograr que se retroalimenten. Ya decía Picasso, - “la inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando”.
Por supuesto que las redes sociales están al alcance de la mano y guardar ideas para consultas futuras, como imágenes, frases o palabras, resulta un buen comodín. Otro recurso práctico, además, es encontrar alguna temática o estilo que te guste y descomponer las piezas para así reacomodarlas. Puede ser por medio de la escritura o la técnica del collage, por ejemplo, (esa es mi favorita). Incluso me divierte hacer listas con aquello que me interesa y descubrir un nuevo sentido al relacionarlas.
Ahora bien, ¿qué hacemos ante el temido “bloqueo”? Primero desdramatizarlo. Acto seguido, personalmente, me funciona continuar con otra tarea y retomar pasado un tiempo prudencial. Intercambiar ideas con alguien que pueda aportar una mirada objetiva (no necesariamente que sepa del tema), también me ayuda a renovar la energía y poder reconectar con el material desde esta nueva información.
Creo que el secreto incluso, está en no limitarse al plasmar una idea; (a veces en la imaginación funciona perfectamente más luego en la ejecución, aparecen ciertos componentes más eficaces). Pone a disposición los sentidos y no descartes ninguna posibilidad.
Es importante que vayas al silencio todas las veces que puedas. La inspiración nace del interior y la creatividad también necesita de espacios libres en la mente. Creeme que aquietarse, aunque no parezca el mejor plan, puede ser revelador.
Con amor,
Aldana.