“Cada maestrito con su librito”. Mi traducción literaria se reduce a: “cada quien con lo que le funcione”. Si bien no existen las “únicas maneras”, hay ciertas consideraciones de las que no podemos abstenernos y tenerlas definidas al momento de llevar a cabo una producción, marcan la diferencia. ¿Tenes para anotar?
- Tener claro el objetivo de la producción. ¿Es una campaña? ¿Tapa de Revista? ¿Contenido para redes sociales? ¿Un Portfolio? ¿Nota ilustrada para portal digital? ¿Producción de producto?
- Conocer bien a mi cliente. Qué quiere y qué necesita. Analizar trabajos previos.
- ¿Con qué recursos cuento? ¿Qué recursos necesito? ¿Debo conseguir el vestuario? ¿Cuento con equipo técnico? ¿Locación propia?
- Definir propuesta y diseñar un plan de acción. Styling, cantidad de cambios, utilería.
- Conformar un equipo de trabajo que cubra todas las áreas necesarias.
- Enviar referencias correspondientes a maquillaje y peinado, estética, tipos de planos, identidad visual.
- Coordinar retiro y devolución de prendas, alquileres.
- ¡No te olvides del catering! (No es necesario uno digno de hotel continental). Considera en primera instancia las cuestiones básicas. Agua y/o gaseosa, té, café. El resto se determinará en base a la carga horaria, cantidad de personas en el set y presupuesto.
- Coordinación de traslados, en caso de formar parte del acuerdo.
- Pedí y agenda siempre, las menciones para los créditos. Esto incluye a cualquier familiar y/o amigo que nos haya tendido una mano. ¡No dejes de nombrarlos! Y por supuesto envía el material en alta calidad a todos los que participaron. (Dicha tarea sólo una vez que el mismo haya sido publicado en el medio correspondiente).
Al igual que cada casa, cada producción es un mundo. Es por eso que cada una de ellas contará con sus propias reglas y en mayor porcentaje, serán establecidas por vos. Pero en este juego, nada puede quedar librado al azar.
Con amor,
Aldana